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No uniones y pseudoartrosis de huesos largos en el miembro inferior

21 agosto, 2015

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Al igual que en el miembro superior, las fracturas no consolidadas o nouniones de huesos largos es decir sin ‘soldar’ o resueltas de forma deficiente, pueden derivar en pseudoartrosis.

Las pseudoartrosis de tibia y fémur –por ejemplo– generan en los pacientes afectados dificultades de movilidad y dolor, pudiendo derivar incluso en focos infecciosos  que conduzcan a una patología agravada como la osteomielitis.

Hablamos, por tanto, de padecimientos limitantes, que puedan coartar de forma determinante la vida cotidiana en personas de edad y forzar bajas laborales de larga duración en pacientes activos. Estos cuadros encuentran respuesta en la microcirugía, especialmente en el abordaje a partir de autotrasplante o injerto autólogo de periostio; una técnica en la que clínica del Dr. Del Piñal es referencia internacional.

Caso 1: pseudoartrosis de tibia

Paciente joven y activo multioperado de fractura en la tibia. Las técnicas quirúrgicas empleadas antes de su tratamiento por el Dr. Del Piñal fracasan en la consolidación del área afectada.

En la imagen superior, colgajo de periostio en la que se aprecia su extraordinaria vascularización. El injerto autólogo de periostio femoral, tomado de la cara interna del fémur, multiplica la capacidad de regeneración ósea en la zona dañada
En la imagen superior, colgajo de periostio en la que se aprecia su extraordinaria vascularización. El injerto autólogo de periostio femoral, tomado de la cara interna del fémur, multiplica la capacidad de regeneración ósea en la zona dañada.
EL PROBLEMA

La degeneración de la fractura no reparada en pseudoartrosis, tras varias operaciones fallidas, incapacita al paciente provocándole limitaciones de movilidad y dolor.

LOS OBJETIVOS

Análogos a cualquier caso de pseudoartrosis, con independencia del hueso afectado: consolidación de la fractura y resolución de los problemas de movilidad y dolor, en el menor plazo posible.

EL PLAN

El abordaje con microcirugía vascular persigue cambiar las condiciones tisulares, esto es de los tejidos, en la zona afectada y aportar material óseo que facilite la curación y regeneración del hueso. Con este objetivo, se realiza el trasplante microvascular de periostio femoral, empleando el fragmento donante como ‘envoltura’ del área dañada.

Vista del periostio ya extraído en la que se aprecia su tamaño y la parte vascular a ‘reconectar’ mediante microcirugía.
Vista del periostio ya extraído en la que se aprecia su tamaño y la parte vascular a ‘reconectar’ mediante microcirugía.

El periostio es la vaina fibrosa que cubre los huesos. Contiene los vasos y nervios que le proporcionan nutrición y sensibilidad, lo que permite aportar buena vascularización y potencial regenerativo.

LOS RESULTADOS

Tras el injerto, la fractura consolida con una espectacular reducción de plazos. La regeneración ósea es evidente en el ‘antes y después’ inferior.

La imagen, que contrapone la situación pre y postoperatoria (derecha), nos permite observar en detalle la ‘reparación’ de la fractura, así como la aparición de masa ósea en la zona afectada gracias al injerto de periostio femoral.
La imagen, que contrapone la situación pre y postoperatoria (derecha), nos permite observar en detalle la ‘reparación’ de la fractura, así como la aparición de masa ósea en la zona afectada gracias al injerto de periostio femoral.
Los resultados funcionales de la intervención resultan evidentes observando la capacidad de carga del paciente sobre la pierna operada.
Los resultados funcionales de la intervención resultan evidentes observando la capacidad de carga del paciente sobre la pierna operada.

Caso 1: pseudoartrosis de fémur

En este segundo caso, el paciente sufre la nounión de una fractura de fémur con cuadro de pseudoartrosis, sin consolidar 18 meses después del trauma que la generó.

EL PROBLEMA

Al igual que en el caso clínico previo, el cuadro del paciente se caracteriza por dolor y limitaciones de movilidad. Una vez más, observamos como la situación de personas multioperadas en intervenciones fallidas sobre fracturas de huesos largos –dos veces en este ejemplo- acaba agravándose y derivando en pseudoartrosis si no es atajada.

LOS OBJETIVOS

Nuevamente, correcta consolidación de la fractura de fémur, eliminación del dolor y restauración de la capacidad de movimiento en la zona afectada.

EL PLAN

En línea con el ejemplo anterior, el Dr. Del Piñal  opta por el injerto de colgajo de periostio, de cara a proporcionar al área dañada buena vascularización y potencial de regeneración ósea.

En la imagen, situaciones pre (izquierda) y postoperatoria. Las flechas rojas nos permiten observar la generación de hueso ‘nuevo’ con la correspondiente consolidación de la fractura.
En la imagen, situaciones pre (izquierda) y postoperatoria. Las flechas rojas nos permiten observar la generación de hueso ‘nuevo’ con la correspondiente consolidación de la fractura.
LOS RESULTADOS

Tan solo tres meses después del injerto microvascular, el hueso ha consolidado; por tanto, la fractura queda correctamente resuelta, lo que permite al paciente comenzar a ‘cargar’, es decir, puede vascular el peso de su cuerpo sobre la pierna afectada.