Mikaela Rebota (Pamplona), 70 años, es diagnosticada con distrofia simpático refleja o distrofia de Sudeck después de una fractura de radio: “sufría un dolor terrible, pero la operación del Dr. Piñal me ha revivido”.

La paciente acude a la clínica del Dr. Piñal 8 meses después de padecer una fractura de radio en el antebrazo izquierdo, reducida con una placa de fijación volar (VLP). Sufre un cuadro de dolor, quemazón e importantes limitaciones de movilidad en brazo y mano.

Mikaela está polimedicada con fármacos opiáceos y neuromoduladores, como morfina y pregabalina, entre otros, que, de acuerdo al testimonio de la paciente, no logran atenuar un “dolor horrible y permanente”.

El Dr. Piñal revisa el caso y emite un nuevo diagnóstico que vincula la situación de la paciente a una neuroestenalgia del nervio mediano, para la que diseña y ejecuta una nueva cirugía. 24 horas después de la intervención los dolores cesan y comienza a recuperarse la función de la extremidad. Esta mejora clínica es aún más evidente apenas dos semanas después del procedimiento.

El cirujano cántabro no considera a la distrofia de Sudeck una patología per se, sino una fórmula diagnóstica que enmascara un origen no identificado de los problemas reales del paciente, que aparecen tras una operación, una fractura o un proceso infeccioso, entre otros contextos clínicos precedentes.

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