Marius Constantin, 28 años (Zalla, Vizcaya), perdida de los cinco dedos de su mano derecha por la explosión de un petardo de alta potencia: “La intervención del Dr. Piñal me da la libertad de valerme por mi mismo”
La zona afectada permaneció dos semanas ‘enterrada’ en el abdomen, de cara a preservar tejidos y estructuras viables. Después, el Dr. Piñal efectuó una recreación no anatómica de la mano del paciente, mediante la transferencia de tres de dedos de pie a la extremidad superior.
En primera instancia, el cirujano cántabro transfirió el dedo gordo de uno de los pies a la zona ocupada previamente por el pulgar, para -con posterioridad- trasplantar el segundo y tercer dedo del otro, con sus respectivos metatarsianos, y conseguir así movimiento de oposición.
De este modo, mediante la combinación de diversas técnicas de microcirugía, el paciente pasó de una situación de práctica amputación de su mano derecha a la altura de la muñeca a contar con una estructura en trípode funcional, con capacidad de sujeción de objetos y desempeño de tareas cotidianas sencillas.