ARTROSCOPIA DE CADERA
– ¿Qué es la artroscopia de cadera?
La artroscopia es una técnica quirúrgica que nos permite operar de forma mínimamente invasiva la cadera. A través de una cámara y unos instrumentos especialmente diseñados para ello podemos reparar las lesiones que se producen en la articulación y solucionar patologías que predisponen a producir artrosis de cadera. En Piñal y asociados somos firmes defensores de la preservación de la cadera antes de que se produzca un deterioro avanzado.
– ¿Para qué se utiliza?
El objetivo es devolver a la cadera un funcionamiento adecuado, lo que normalmente pasa por corregir las estructuras que estén alteradas y hayan perdido su anatomía normal por alguna lesión. El procedimiento más habitual por el que se realiza una artroscopia de cadera es para corregir el choque femoroacetabular, que consiste en un desgaste progresivo producido por la presencia de un crecimiento óseo exagerado en una zona del cuello del fémur y, a veces, del cotilo. Esto produce un pinzamiento en la articulación al realizar determinados movimientos de forma habitual, lo que genera un daño por impacto primero en el labrum (menisco de la cadera) y después en el cartílago articular. Esta patología es propia de pacientes jóvenes (y no tan jóvenes) que practican deporte y habitualmente es en este segmento de población en el que se aplica este tratamiento. La artroscopia no es un procedimiento válido para el tratamiento de la artrosis de cadera.
– ¿Cómo es el procedimiento?
El diagnóstico del problema de cadera precisa una valoración minuciosa por nuestro especialista de cadera (Dr. Enrique Sandoval) y normalmente una serie de pruebas de imagen (radiografía, resonancia magnética, etc). La intervención se realiza en quirófano bajo anestesia de las piernas o anestesia general y dura unas 2,5-3 horas en total. Se aplica una tracción controlada para poder acceder a la cadera, que es una articulación bastante cerrada. A través de incisiones milimétricas se puede visualizar perfectamente el interior con una cámara, confirmar las lesiones diagnosticadas previamente y repararlas. Con esta técnica, podemos “limar” el exceso de hueso producido en el choque femoroacetabular usando una fresa especial, así como suturar el labrum para eliminar el problema y, por lo tanto, los dolores. Hoy en día, utilizando la artroscopia, se pueden realizar prácticamente todas las correcciones que antes se realizaban por cirugía abierta convencional.
– ¿Cómo es la recuperación?
La artroscopia de cadera no requiere una preparación específica y el paciente puede venir caminando de su casa el mismo día de la operación. El dolor postoperatorio es mínimo y se controla bien con analgésicos habituales. Durante las primeras semanas se permite el apoyo de la pierna, pero se deben de usan dos muletas para proteger la reparación realizada y que los tejidos cicatricen adecuadamente. Tras ello, se reintroducen progresivamente nuevas actividades, de forma que se puede llegar a practicar un deporte normal a los 3 meses. Para la práctica de deportes de impacto o de alta demanda, este periodo se debe aumentar a 6 meses, con el objetivo de proporcionar una correcta readaptación y evitar recaídas.
– ¿Existen alternativas a esta cirugía?
La artroscopia de cadera para tratamiento del choque femoroacetabular no tiene una alternativa válida hoy en día en pacientes que quieran mantener su actividad física, si bien es cierto que es frecuente que haya periodos en los que no se sienta apenas dolor. La fisioterapia y las infiltraciones pueden ayudar a mejorar los síntomas, pero no corrigen el problema. Una vez que avanza la lesión, se va generando un desgaste progresivo del cartílago articular, lo que es sinónimo de artrosis de cadera. Cuando esto se produce, ya no es posible el tratamiento por artroscopia, dado que da lugar a malos resultados; en esos casos, el tratamiento de elección sería la prótesis de cadera, que no se puede realizar por artroscopia.