La cadera es la articulación donde se une el hueso del muslo (fémur) con la pelvis.
Tiene dos partes principales: una esfera (o “bola”) en el extremo del fémur y una cavidad también esférica en la pelvis, en la que encaja esta bola de forma perfecta. Esta estructura tan bien diseñada hace que las caderas sean muy estables y tengan un amplio rango de movimiento.
Cuando funcionan adecuadamente, es necesaria mucha fuerza para que se produzca una lesión. Sin embargo, en determinados deportes o actividades que hacen que las caderas trabajen en una movilidad extrema (artes marciales, gimnasia deportiva, ballet, etc) o con un impacto repetitivo (correr, fútbol, hockey, deportes de raqueta, etc) pueden producirse daños que, si no se tratan, generan lesiones irreversibles.