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El Dr. Del Piñal ‘crea’ una nueva mano para un paciente amputado hasta la muñeca

5 noviembre, 2012

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El cirujano cántabro ha reconstruido la extremidad empleando una técnica pionera en el mundo, a partir de la transferencia de tres dedos del pie a la mano ‘recreada’

Del Piñal ha realizado una reconstrucción no anatómica con el objetivo de ‘generar’ un mano izquierda funcional donde apenas quedaba un muñón, tras el grave accidente laboral sufrido por el paciente; una amputación completa provocada por una máquina de 80 toneladas.

Con este fin, ha transferido  tres dedos de los pies del paciente. La intervención  -empleando una técnica pionera en el mundo- ha permitido formar  un trípode que dará funcionalidades básicas a la ‘nueva’ extremidad. «Ha sido una auténtica obra de ingeniería», apunta el Dr. Del Piñal.

Video: El Dr. Del Piñal ‘crea’ una nueva mano para un paciente amputado

Una ‘nueva’ mano

La operación tuvo como punto de partida un muñón cosido a la altura de la muñeca,   en la que, después del accidente, sólo quedaban escafoides y radio.

En una primera intervención de doce horas, al paciente se le implantó en el muñón el segundo metatarsiano completo, extraído de su propio pie, con su raíz, para darle longitud, y que quedó anclado en el radio mediante dos pernos (hará la función de dedo gordo).

En una segunda sesión de quirófano, diez horas más, le fueron transferidos el segundo y tercer dedo del otro pie, que quedaron anclados en el hueso escafoides, que tiene función rotora. El resultado ha sido la obtención de un trípode, compuesto por tres  dedos del pie,  con los que el paciente podrá hacer pinza y contar con una mano funcional.

Técnica pionera

«Lo más novedoso», ha explicado el doctor, «es que, además de implantar el principal dedo del pie, hemos opuesto otros dos dedos enfrente, ligados al escafoides, para que hagan pinza de verdad y que tenga aspecto de mano, consiguiendo una mejor estética, pero sobre todo, que sea útil para el paciente». «Una de las mayores dificultades», ha proseguido, «es la unión de las arterias, venas y tendones, para que funcionen una vez implantadas. Hablamos, por ejemplo, de arterias que miden un milímetro de diámetro, donde hay que aplicar ocho o nueve puntos, y así en cada una de ellas, para permitir la circulación de la sangre». Así, se emplea un microscopio «porque las uniones, para que se entienda, se hacen alrededor, como si fueran puntos de soldadura».