El paciente, Alan, 30 años, padece una parálisis espástica en su mano derecha, tras un accidente de moto en el que sufre un traumatismo craneoencefálico con daño neurológico. Concretamente, presenta problemas de función en la extremidad y, en particular, los músculos que determinan la movilidad del pulgar están en hiperreflexia, es decir, contrayéndose de forma continua (co-contracción), lo que impide su movimiento de apertura.
La espasticidad es una dolencia que afecta al sistema nervioso central, en la que la parte del cerebro encargada de regir la coordinación de ciertos movimientos está dañada. En esencia, es un problema de control: los pacientes tienen músculos funcionales, pero las órdenes recibidas desde el cerebro son incorrectas. Esto causa rigidez y, a su vez, puede disminuir el rango de movimiento o dejar las articulaciones en flexión permanente.
El problema
En el cuadro de Alan, parte de los músculos de la extremidad están ejerciendo una fuerza anormal (hiperreflexia) mientras que otros están en una situación de debilidad. Así, no puede abrir su pulgar derecho, lo que le provoca dificultades de agarre y problemas en las tareas cotidianas y para desempeñar su trabajo como asistente de limpieza.
Las imágenes muestran las dificultades funcionales del paciente.
Los objetivos
Las metas clínicas del Dr. Piñal y su unidad quirúrgica pasan por aumentar el rango de apertura del pulgar derecho del paciente y devolver la función pérdida a la mano espástica.
El plan
A través del procedimiento microquirúrgico diseñado por el Dr. Piñal se debilitan los músculos que mantienen una tensión excesiva y contraen el dedo hacia la palma de la mano, es decir, se encuentran en hiperreflexia. Este es el caso del aductor y el flexor largo del pulgar.
El aductor del pulgar se libera en origen para reducir su influencia, mientras que sobre el flexor largo se realiza una tenotomía intrasustancial, en la que se hace una serie de cortes en el tendón que incrementan la longitud del músculo y, por tanto, atenúan su contracción.
Asimismo, se fortalecen los músculos que van a realizar la apertura del pulgar mediante transferencias tendinosas. Por un lado, se toma el tendón del músculo braquial -sobre el que el paciente tiene buen control- y se transfiere al músculo abductor o separador largo del pulgar, facilitando el movimiento de separación. Por otro, se cambia el recorrido del músculo extensor largo del pulgar para hacer más efectiva su acción.
Proceso de recuperación del paciente.
Los resultados
El procedimiento resulta un éxito y el paciente puede reincorporarse plenamente a su empleo.
Alan, reincorporado en su puesto de trabajo tras la intervención realizada por el Dr. Piñal.
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