La paciente, Camelia, 46 años, cocinera de profesión, sufre un cuadro de dolor muy intenso, falta de función y adormecimiento en su mano dominante, la izquierda, diagnosticado como distrofia simpático refleja o distrofia de Sudeck. Tras varios meses, acude a la clínica del Dr. Piñal quien, una vez identificada de forma precisa la patología de origen, procede a su curación mediante cirugía.
El problema
La sintomatología que lleva a Camelia a ponerse en manos del Dr. Piñal aparece de forma aguda tras una operación de liberación del túnel del carpo. Con posterioridad, su situación deviene en una diagnosis de distrofía simpático refleja o distrofia de Sudeck, abordada por su anterior equipo médico con la prescripción de fármacos analgésicos y neuromoduladores para reducir el dolor; entre estos últimos, algunos empleados en cuadros psiquiátricos, de epilepsia, etc. como los anticonvulsivantes.
En sus contactos iniciales con el Dr. Piñal la paciente describe su dolor como sensaciones de ruptura de la piel, de quemazón, literalmente “me quema”, afirma. Todo ello a lo que añadir las grandes limitaciones de función en la extremidad superior izquierda ya mencionadas.
Los objetivos
El Dr. Piñal considera que “existe una abrumadora evidencia práctica de que la distrofia simpático refleja postraumática y las neuroestenalgias y compresiones del nervio mediano constituyen el mismo tipo de patología, pero con diferentes desencadenantes”
Por tanto, esto le lleva a considerar a la distrofia de Sudeck como una patología inexistente que, en realidad enmascara el verdadero origen del problema. Así su abordaje del caso de Camelia pasa por una correcta filiación o diagnóstico y el diseño de un procedimiento quirúrgico adecuado al mismo.
El plan
En esta ocasión la diagnosis correcta, ya señalada, ha de conducir a una intervención que restaure la funcionalidad de la mano de la paciente y elimine el dolor, con un impacto estético mínimo sobre el área afectada además.
Los resultados
El Dr. Piñal identifica el origen del cuadro de Camelia como una patología de compresión secundaria del nervio mediano, no detectada en la liberación del túnel del carpo que se le realizó hace más de ocho meses. Descarta, de este modo, la distrofia simpático refleja como desencadenante
Desde este punto, el cirujano cántabro realiza una intervención con resultados inmediatos, que permiten observar ya mejoras de movilidad sobre la propia mesa de operaciones. Gracias al procedimiento realizado, la paciente recupera la movilidad en su mano izquierda y suspende la ingesta de fármacos contra el dolor al desaparecer el mismo.
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