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2. CARTÍLAGO, ARTROSIS Y PRÓTESIS

Las lesiones en el cartílago de la rodilla son causa de dolor y se clasifican en diferentes tipos. Pueden ser localizadas o extendidas por toda la rodilla, leves o severas, con afectación del hueso subcondral o sin la afectación del mismo, asociadas a un malalineamiento del miembro inferior o sin él… Hay que evaluar cada caso con detenimiento para determinar la mejor opción de tratamiento. Cuando las lesiones del cartílago son generalizadas en una zona de la rodilla hablamos de artrosis de rodilla, que es una patología que también ofrece diversos tipos de tratamiento.

Para mejorar la calidad de vida de los pacientes con artrosis o lesiones de cartílago de la rodilla es importante la pérdida de peso y el fortalecimiento de la musculatura del muslo. Entre las opciones no quirúrgicas para esta patología también está la rehabilitación, fisioterapia y las infiltraciones de rodilla (principalmente de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas).
En caso de tener que recurrir a la cirugía de rodilla, se pueden realizar gestos de tipo local sobre lesiones pequeñas (microfraturas, mosaicoplastias-injertos osteocondrales) por artroscopia. O, si las lesiones son más complejas, llevar a cabo osteotomías para corregir el eje de la pierna, prótesis parciales de rodilla o prótesis totales de rodilla, si es que se requiere una intervención más completa sobre la patología del paciente.

Algunas veces las prótesis de rodilla o las cirugías previas realizadas sobre rodillas con lesiones del cartílago resultan dolorosas y no se obtienen los resultados esperados. Es importante entonces evaluar el porqué de estos malos resultados (puede ser por causa de infección, aflojamiento de la prótesis de rodilla, inestabilidad de la prótesis, dolor en la cicatriz, afectación neuropática, etc) para poder ofrecer soluciones satisfactorias a situaciones que muchas veces no parecen de fácil resolución.