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Testimonio: “Creían que estaba loca, que fingía. No entendían mi dolor”

4 agosto, 2021

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Andrea (Argentina), 38 años, es diagnosticada con síndrome de dolor regional complejo (CRPS) o distrofia de Sudeck tras un cuadro prolongado de dolor, hinchazón y pérdida de movilidad en su mano derecha, que incluye un episodio de flebitis. La paciente sitúa el origen del proceso en una extravasación del contraste inyectado para una resonancia en 2015: “creían que estaba loca, que fingía, no entendían mi dolor”.

Durante este periodo, la paciente es sometida en su país a diversos procedimientos dirigidos a atenuar el dolor como múltiples bloqueos de ganglio estrellado o una bomba de infusión de morfina.

A su vez, en una situación tipo en las personas con este diagnóstico, se le realizan diversas pruebas, como electromiogramas, con resultado negativo, y manifiesta sentir incomprensión por parte de varios de los profesionales médicos que la atienden.

Las limitaciones funcionales que padece han impedido a Andrea trabajar (es peluquera) durante los últimos seis años. En la primera exploración del Dr. Piñal, realizada a través de Skype, muestra mínima movilidad de los dedos a excepción del pulgar. Con posterioridad, se desplaza a la clínica de Piñal y Asociados en Madrid.

Como paso siguiente, el Dr. Piñal efectúa una reevaluación diagnóstica y diseña un nuevo procedimiento quirúrgico para abordar la patología subyacente identificada. El cirujano español no considera la distrofia de Sudeck una dolencia per se, sino una fórmula diagnóstica que enmascara un origen no identificado de los problemas reales del paciente, que aparecen tras una intervención, una fractura o un proceso infeccioso, entre otros cuadros precedentes.

La nueva cirugía resulta un éxito y los resultados son prácticamente inmediatos, con una apreciable recuperación funcional en la propia fase intraoperatoria y la práctica desaparición del dolor veinticuatro horas después de la intervención.

Más de un siglo después de su descripción como “atrofia ósea inflamatoria aguda” por el cirujano alemán Paul Südeck, el Dr. Piñal y su equipo quirúrgico han curado ya a decenas de pacientes con este diagnóstico, mediante un enfoque clínico novedoso que, en manos expertas, produce espectaculares resultados.

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